miércoles, 4 de junio de 2014

Courbet

Gustave Courbet
1819 - 1877, Francia.

Pintor , fundador y máximo representante del realismo, y comprometido activista democrático, republicano, cercano al socialismo revolucionario.

Tras acabar sus primeros estudios, los padres de Courbet quisieron que su hijo emprendiese la carrera de Derecho, pero cuando éste se trasladó a París se volcó al arte.
Viajó por Francia y también a Holanda, haciendo amistades afines a sus ideales: contrarias al academicismo artístico.
En 1855 quiso exponer algunas de sus obras en la Academia, pero fueron rechazadas, y en respuesta, el artista las expuso en una galería propia a la que denominó ''Pabellón del realismo''.

A partir del año 1848 Coubet fue etiquetado como revolucionario peligroso. Siempre tuvo fama de arrogante y efectista; afirmaba que ''si dejo de escandalizar, dejo de existir''.
Admitía su compromiso con el socialismo y con el realismo cuando decía: ''No solo soy socialista, sino que también soy republicano, y en una palabra partidario de cualquier revolución –y por encima de todo realista... realista significa también sincero con la verdadera verdad."

ESTILO: EL REALISMO

El taller del pintor, 1855


La rencontre, 1854
Los pintores realistas reaccionaron a los cambios sociales rebelándose contra el conformismo artístico, evitando el Romanticismo, pasando a representar a gente y acontecimientos ordinarios en un estilo pictórico naturalista y casi fotográfico, basado en la observación minuciosa
Solían pintar este tipo de escenas en grandes lienzos para aumentar su importancia, haciéndolas parecer acontecimientos históricos de primer orden.







OBRA

En un primer momento pinta el paisaje, especialmente los bosques de Fontainebleau y retratos, con algunos rasgos románticos.

El castillo de Chillon

Zorro en la nieve, 1860



Mujer pobre del pueblo
A partir de 1849 Courbet es decididamente realista; escoge temas y personajes de la realidad cotidiana sin caer en el ''pintoresquismo'' (embellecer la pintura con minuciosos detalles).
Emplea una rigurosa técnica con el pincel y la espátula, pero su mayor innovación es el atribuir un gran tamaño a estas escenas, el cual antes le pertenecía las escenas religiosas o historicistas.


El entierro de Ornans, 1849



El origen del mundo, 1866


Su naturalismo combativo es patente en sus desnudos femeninos, donde evita las texturas nacaradas e irreales tomadas de la escultura neoclásica. Plasma formas más carnales e incluso el vello corporal que habitualmente se omitía en los desnudos académicos.

El sueño, 1866


En muchas de sus obras célebres, el pintor se autorretrató:

El hombre desesperado

The cellist, 1847
Retrato del artista,





















Otras obras destacadas:



Flores de jarrón
Niña con las gaviotas



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